Los Andes

Mucha gente quizá se asombre de la preferencia al voto que tiene la hija del dictador. A mí, en lo personal, no. No por nada su hija se presenta con toda la confianza del mundo. ¿Cómo entender que la hija del hombre que robó, mató, esterilizó, se llevó millones, etc., tenga la confianza para postular? La respuesta es fácil. Es obvio que hombres como Alberto Fujimori y Montesinos no son cualquier tipo de dictadores y mafiosos. Cuando tomaron el poder, pensaron, como todo guerrero, en una salida en caso caiga todo –Plan de contingencia– y eso fue planificado desde 1990.

Primero, y eso lo sabía Fujimori, le sirvió ser docente universitario, fue acabar con el sistema universitario. En la universidad se aprende a pensar. Allí se conoce el Perú. Los estudios generales eran eso. Eliminó dichos estudios. Todos entran de frente a la carrera. A donde no entró, como la PUCP y la UNMSM, allí todavía se piensa. Por eso hay muchos jóvenes de estas universidades que saben de la real historia del Perú.

En los colegios, modificó las currículas. La enseñanza de la historia fue recortada. No se enseña esa parte de la historia corrupta de su gobierno. Tampoco la del APRA. Muy conveniente, ¿verdad?

Se compró los medios de comunicación. El 80% lo maneja el fujimorismo. Por eso todos hablan bien de su hija. Ahí tiene uno a RPP, Frecuencia Latina y Panamericana. Fieles. Los videos dicen otra cosa, pero ellos siguen fieles y la gente ignorante, ni enterada.

Asimismo, cambió los poderes del Estado. Antes eran cuatro. Al poder electoral lo indujo a una ley que lo favorecía. De paso, sembró con paciencia abogados fieles a la causa. Bueno, hay dinero de por medio. ¿Cómo entender que el JNE favorezca al aprismo y al fujimorismo? En el primer debate pusieron como director de cámaras a un exmiembro del SIN manejado por Montesinos. ¿Lindo, verdad? La ONPE, en este proceso, no se ha quedado atrás, ha hecho lo suyo.

Este artículo no les gustará a aquellos menores de cuarenta años. Ellos crecieron en unas décadas marcadas por una moral donde lo bueno es malo, donde el que roba es alabado. Crecieron en unas décadas donde la mentira es aceptada, donde la verdad es tomada como mentira. Décadas de inversión de valores.

Por eso su hija, sin duda ni vacilaciones, postulará; esa es su confianza. Y con todo eso, es muy seguro que gane. Triste historia que nos toca vivir.