Los Andes

Mientras que los padres de familia organizan eventos sociales, aportan dinero para comprar un televisor, computadora o simplemente trabajan para pagar las cuotas aprobadas por las Apafas, paulatinamente delincuentes que conocen perfectamente lo que hacen y seleccionan la implementación escolar a robar, hacen de las suyas sin que las autoridades educativas (directores) puedan organizar a los trabajadores institucionales y comunidad educativa en general para que esta ola de robos sean erradicados y no termine simplemente con una denuncia policial (ponen en conocimiento al puesto policial de la sustracción y allí termina su accionar) procedimiento que lo hacen para salvar cualquier responsabilidad ulterior.

“Para nosotros, los padres de familia, es un sacrificio reunir un sol y que nuestros hijos tengan algo de tecnología en el colegio, pero cuando el portero nunca está en su puesto de trabajo y los directores casi siempre están en la ciudad de Puno, nosotros no podemos coordinar con nadie y cuando nos han robado nuestros módulos para ciencias, nadie se responsabiliza y todos parece que hablan para defenderse�, denuncia un molesto padre de familia que evita ser identificado por temor a represalias. Ante esta ola de incursiones furtivas a las instituciones educativas de las diferentes comunidades, los pobladores se están organizando para hacer una lucha efectiva contra la delincuencia común y organizada, amenazando que no tendrán piedad contra los delincuentes atrapados, aunque vengan los policías.

Por el momento, en la unidad de servicios educativos de Puno no se tiene a ciencia cierta cuál es la cantidad de centros educativos que sufrieron el hurto de computadoras, televisores, microscopios,… pero se conoce que constantemente los facinerosos hacen sus incursiones para apropiarse de la implementación escolar, primeramente porque no cuentan estas instituciones con la cantidad determinada de personal administrativo que se dedica al cuidado del plantel y, si existe este personal, lamentablemente es sobreexplotado de manera inhumana; es más, en algunas entidades escolares los porteros prácticamente viven en estos locales sin que logren ganar un adicional a sus exiguos sueldos o la coordinación con los padres de familia por parte de los docentes es insuficiente o este diálogo no existe, por lo que urge implementar un sistema de seguridad de acuerdo a las necesidades y fortalezas de la comunidad educativa, y si alguna persona encuentre un televisor de segundo uso con alguna identificación de una institución educativa, este ciudadano inmediatamente se ponga en contacto con los efectivos policiales para detectar a los nexos que manejan los delincuentes.