Los Andes

Para el actual Ejecutivo Nacional es importante y de primera línea implementar un plan de contingencia especial para derretir todas las formas de lucha contra la inversión minera. Para ello, el primer gran paso fue apoyar indesmayablemente la continuidad de la explotación de minerales Doe Run, siendo su principal escudo la defensa de los más de dos mil puestos de trabajo. Y ahora que la población está entusiasmada en la rebaja del impuesto, la única forma de equilibrar la caja fiscal y atender las múltiples necesidades de la población, es sin lugar a dudas destrabar todos los proyectos de explotación minera que en su oportunidad fueron paralizados. Este boom tiene como escenario particular a la región Puno, donde se tiene conocimiento que existen 12 proyectos mineros con Estudios de Impacto Ambiental (EIA) aprobados (consensuados por la población civil organizada, aunque más de un comunero está en contra), el mismo que tendría una inversión equivalente a 16 mil millones de dólares, dinero que significa una gran inyección económica para el Estado Peruano.

A nivel regional, se tiene conocimiento que los proyectos mineros de Ollachea, Corani y Santa Ana están con la luz verde para iniciar con el proceso extractivista, con lo que la región se beneficiará de un jugoso causal económico, pero si existen las disputas contrarias a esta actividad económica, estos proyectos tendrían un gran revés para el erario nacional. A ciencia cierta, aún los medios de comunicación no hemos tenido acceso a los EIA de los proyectos que tienen la aprobación y licencia social, pero se entiende que la población aymara (comuneros originarios de las provincias de Chucuito Juli, Yunguyo y El Collao) está ultimando detalles para promover una movilización masiva en contra de la empresa minera de caudales canadienses.

Pero seamos sinceros, por práctica de las empresas mineras, nunca se socializa en su real dimensión los pro y contra de las áreas de influencia, sobre lo que más preocupación tienen los pobladores altoandinos es el cuidado y mantenimiento del medio ambiente donde habitaron sus antepasados. Si las doce inversiones mineras se ejecutan como lo tiene planificado el Ejecutivo Nacional, el proceso de estancamiento de la economía nacional lograría un despunte de crecimiento a nivel mundial que nos podría poner a lidiar con los más reconocidos del primer mundo, pero si esa inversión minera no es debidamente explotada por el Ejecutivo Nacional, solamente será un dinero que veremos pasar y que “aceitadores profesionales� aprovecharán, en desmedro de la economía nacional.