Los Andes

Después de varias paralizaciones e intentos fallidos de movilización regional, el convocado para apoyar a los pobladores del Valle del Tambo (Arequipa) en contra del proyecto minero Tía María, tuvo un éxito contundente en la ciudad de Puno y en toda la región.

Mercados cerrados, transporte paralizado y establecimientos comerciales con las puertas cerradas fueron claves para la contundencia de la medida de lucha. Esto fue rematado por la masiva movilización de muchas organizaciones sociales por las calles de la ciudad de Puno.

Si bien el primer día algunos comerciantes y transportistas de servicio urbano e interurbano se aventuraron a laborar, en la víspera esto se redujo a lo mínimo, limitándose a la zona conocida como la feria de la “Cachina� y a algunos casos aislados de transportistas.

Es en este lugar, el jirón Juli (Cachina) donde en horas de la mañana se pudo observar el decomiso de mercadería a vendedores por parte de los comerciantes movilizados, quienes así los obligaron a ser parte del paro. “Esto es para todos�, era la frase en boca de los movilizados.

El mismo tipo de presión fue ejercido por pocos transportistas que por la mañana intentaron ganarse dinero extra, arriesgando sus unidades vehiculares; hacia media mañana, varios de ellos desistieron.

Fuera de ello, la medida se desarrolló en forma pacífica, sin más incidentes que el desmayo de un dirigente en horas de la tarde.

Las asociaciones de comerciantes de los mercados tuvieron un rol protagónico, ya que los centros de abastos son puntos clave de la actividad de la ciudad. Los comerciantes circularon por varias calles, garantizando el acatamiento total de la medida.

La proximidad y la identificación con los pobladores del Tambo jugaron a favor de la contundencia del paro. Como se recuerda, varios pobladores de origen puneño son incluso protagonistas de lo ocurrido en ese valle. El posible incremento de víveres provenientes del Tambo también fue un factor determinante.

El descontento general con el gobierno central también jugó a favor. Varias organizaciones no dudaron en expresarlo mediante sus arengas, a medida que pasaban por las principales calles de la ciudad y el centro de Puno, a lo largo de la mañana.

Lo paradójico fue que en medidas anteriores, tratándose de temas regionales, este tipo de medidas no lograron un éxito semejante.