Los Andes

Como si fuera ayer, han transcurrido 50 años de la promoción Carolina 1959 y con el corazón henchido de recuerdos y nostalgias, evoco siempre los momentos felices de mi juventud que compartimos entre risas y alegrías; cantos, juegos y estudios, 115 carolinos que egresamos como una de las mejores promociones de la década del 50 al 60 de aquellos años y que hoy volvemos al regazo de los años mozos para realimentar la grandeza y la fuerza espiritual de nuestro añorado Colegio Nacional y Unidad San Carlos de Puno.
Puneñísima ocasión para reencontrarnos, no será con todos pero con los que lleguemos a la cita de la carolinidad para recordar de aquella buena gente, los amigos, sus chascarros, sus salidas y las palomilladas. Creo que fue una época muy especial y más que todo singular la nuestra, coincidente con la historia: en el Perú gobernaba Odría con su política educativa de las Grandes Unidades Escolares; el triunfo de la Revolución Cubana con Fidel Castro y desde 1957, la radiotelefonía puneña con Radio la Voz del Altiplano y Radio Puno.
En el deporte eran los mejores momentos del Unión Carolina, con el Pato Chávez, Mocho Barreda, José Luis Bedoya, Chueco Gutiérrez y el mejor arquero del mundo Víctor Gamio; y los clásicos con el Alianza Muelle de los Cascos Velasco, Foraquita, el choco Aparicio, y su arquero el Alma Calata José Tejada. Nos identificaba la bulliciosa barra carolina y nuestros cantos como el “Upa, Upa, Upapá, el Carolino es el Papá, hoy mañana y cuando nos dé la gana�, “Salgan Muchachas a sus Balcones, que el Carolino ya va a pasar..� Ay, Ay, Ayay, esto da risa, que al carolino le quieran ganar sabiendo que es el papá�…(chiflada) Lo mismo sucedía en el Basket, con Guillermo y Kico Garnica los pollos, Josuelo palomino, Lito Atrce, Vizcarrita, Chiriboga , el �guila Leandro Macedo.
El uniforme Kaki con cristina, corbata, galones y la insignia pegada a la altura del hombro derecho, nos identificaba como estudiantes carolinos y nos unificaba marcialmente en los desfiles escolares y otras representaciones cívico-patrióticas bajo la atenta y disciplinada conducción de los instructores premilitares: Vigueras, “Chanca� Ortiz, Merino, y el “Quecheras “Eligio Ramos. La Banda de Música soplaba bien con el Viejo Gregorio Verano y el bombo re tumbón del “Quirko� Guillermo Cornejo.
Eran los tiempos del Pan con chancaca en los recreos, del fulbito con una piedra o chapita en los portales, a la salida las tres campanadas del gordo Herrera, los helados imperiales de fruta en el Parque Pino y las ricas salteñas de gallina y de carne de la Sra.. Celestina de Colque, los sabrosos alfajores de tres tapas y con miel de Parizuaña. Noches de serenata y de Bohemia: el Billar de Don Genaro Fuentes y de Don Beny, los pasteles, empanadas y café con leche del chato Arnés, el “hueco� y la rocola, el Guarique Pérez y las batidas del guardia Villar a los pereros y serena teros de Santa Rosa y María Auxiliadora.
Época de juventud aquella, dinámica y organizada con buenos líderes acorde con la naturaleza de sus personalidades y desenvolviéndose en todos los campos del saber e informados de la realidad y de los problemas de Puno del Perú y del mundo; lo demuestran el deporte, la ciencia y la cultura, los radio periódicos e informativos radiales; tiempos del Alcalde Carlos Rubina, del Director Jorge Salazar Gonzáles, del Comandante Chamochumbe, del poeta “Jospany� de los Sicuris de Mañazo y sus dos locas Chinas S'ajras, el Centro Musical Teodoro Valcárcel, de la Orquestal Puno con Cástor Vera, las fiestas de la Candelaria y los Carnavales con sus Pandillas : los �ntimos, la Unión Puno y la Lira.
La disciplina carolina, el orden y el trabajo estudiantil brindaron sus frutos en nuestro espíritu juvenil. El horario fraccionado se cumplía sin interrupciones de horas de clases (no existía el horario de invierno) las horas del amanecer Titicaca eran utilizadas para “chancar�, por eso ocupábamos los primeros puestos en aprovechamiento y en los ingresos a las Universidades u otros centros superiores. La recreación se complementaba en las Sabatinas Culturales con el Loco Arenas, Canchín Cornejo, Catulo Cáceres, el flaco Huirse, El Pato Figueroa, el Chuncho Ayllón, Edgar Vera Béjar, el Chacta Peña y tantos otros.
En esos tiempos caminaban por las calles de Puno distinguidos personajes: el impecable Dr. Soto (daba la moda en el vestir de pies a cabeza), el Dr. Artidoro Garnica el Yaracaca de Dante Nava, Don Albero Rivarola , el Chaccha Valderrama, el Cojo de la Riva , El Dr. Enrique Robles Riquelme “Casquirrichi� el fiero Morales Rey de Wajsapata, el Flaco Cossío, el burro Endara, el sacamuelas Escalante…así como también personajes del pueblo El “ocoruro�, el Soldado eléctrico, la loca Honorata, la Grundy, la Muda, el fotógrafo- único del parque Pino-, la Boliviana y el Sapo Verde.
Nosotros gozamos con la música de los Panchos, Los Diamantes, Leo Marini, Roberto Yánez, el Cholo Abanto Morales, Jorge Huirse, Jesús Vásquez, el Carreta Jorge Pérez, los Chamas, los Embajadores Criollos, La música mexicana que la aprendíamos de las películas en el Cine Colón, la música boliviana con sus cuecas, huayños y taquiraris. En ese tiempo cantaban los Troveros del Puerto con el Cholo Ticona y Raúl Montesinos, también cantaba el Tiburón Héctor �vila y su hermano Pancho; románticos: Darwin Negrón, Oswaldo Calderón y el soprano Guillermo Rodríguez Aguirre; Percy Camacho y los Hnos. Osorio, el Cuarteto Masías, los Tecolines con el Negro Manrique, Edgar Vera y el Chuncho Ayllón, los Rosevales, con el flaco Huirse (piano) el pato Figueroa (1ra.Guitarra) Canchín Cornejo (2da Guitarra) y el loco Arenas (1ra. Voz) con un repertorio loco de canciones.
Por eso, recordar es vivir. Hace 5 décadas que el año de 1959 se quedó atrás y después de 50 años los que tenemos la bendición de regresar a nuestros viejos claustros, sabemos que volvemos a escuchar el arrullo marcial de las marchas y canciones. No quedará sin pasar por nuestras mentes los andares, los gestos y ademanes y el recuerdo de voces juveniles destempladas cuya sonoridad ya maduró a estas alturas de la vida. Pasará también por nuestras mentes y corazones el recuerdo juvenil de aquellas horas cuando apresurados de San Carlos Salíamos, para encontrarnos con la novia que en Santa Rosa teníamos. Nuestros nombres y apodos emblemáticos no se han de borrar jamás así como las vivencias no se volverán a repetir jamás; porque aquí no hay ofensa, hay lisonja, cariño, gratitud, compañerismo a toda prueba, por que por algo somos “Un Carolino, un Caballero�
Ahora sí, después de medio siglo de transformación y cambio queda para cada uno de nosotros hacer un balance espiritual. Y estoy seguro que esta generación pujante, esta promoción carolina 1959, cumplió con Puno y el Perú y con el legado recibido en las aulas con sus profesores de nuestro Colegio Nacional y Unidad San Carlos. En este esperado rencuentro celebremos nuestras “Bodas de Oro� con gran regocijo y confundámonos en un inmenso abrazo aunque tenga que ser el último que volvamos a darnos en esta vida.