El mes de noviembre de este año tendrá como suceso una edición más del ya célebre HAY FESTIVAL. La visita de innumerables intelectuales de las artes, la reflexión y la cultura han sido las constantes de estos últimos años.
Juan Carlos Rodríguez Farfán, poeta, docente universitario y hombre de teatro es quien tiene a su cargo hoy la dirección de la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa, además de ser el vocero y responsable de la política cultural del Gobierno Regional.
Por sus declaraciones, la novedad tal vez es que esta edición del festival debe tomar como motivo las manifestaciones nativas, nuestros intelectuales y a la vez hacer de las actividades, ejes de descentralización cultural en donde sea el festival, el que vaya hacia la gente y no al revés.
Ideas ambiciosas e innovadoras que se deben plasmar en una planificación y difusión atractiva, de tal manera que la nueva edición tenga el éxito esperado.
Vale ser escépticos, puesto que hay quienes piensan que se debe convocar a invitados de renombre que garantice la expectativa y calidad del evento. Como en casi todo, nunca hay una sola manera de ver las cosas, así que presenciaremos lo que la nueva edición del festival y el Gobierno Regional tienen preparado.
ACCIÓN UNSA
Este viernes pasado, las alumnas Angélica Salazar Lazo, Gabriela Salas Chalco, María Batallanos Mendoza y Alexandra Lagos Chañi del segundo año la Escuela Profesional de Literatura y Lingüística de la Universidad Nacional de San Agustín realizaron una actividad, en el marco de la política de responsabilidad social universitaria, dirigida al área de Ingenierías de su universidad. Incentivar en los futuros ingenieros la relación con el arte y la creación fueron objetivos que quisieron alcanzar.
En coordinación con sus compañeros de la escuela de Artes, colocaron en el “cordel” algunas pinturas, cuadros, retratos y creaciones.
Los alumnos que transitaban admiraban las obras y tenían la oportunidad de escribir algo a propósito de lo observado que luego se colgaría siendo parte de la cordeleada.
Fui testigo de cómo los jóvenes participaban de la actividad. Contemplaban las creaciones y luego escribían algunos versos, mensajes o simplemente lemas alusivos a lo que miraron o sentían.
Tal vez haya sido solo una coincidencia, pero pienso que puede ser ese el camino a seguir.
Ideas simples, pero muy eficaces para lograr lo que se desea. Hoy que todo parece girar en torno al dinero y la inversión que se haga, la cordeleada solo necesita de unos buenos ganchos, mucha voluntad, ilusión y capacidad de organización (claro, además del cordel).
*Catedrático universitario
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