Nació en Puno (Acora) 1981. Estudió en la Facultad de Educación de la Universidad Nacional del Altiplano. Es ganador del segundo premio en los IX Juegos Florales 2006, organizado por la Facultad de Ciencias de la Educación (Escuela Profesional de Educación Secundaria: Lengua, Literatura, Psicología y Filosofía), con el poemario “Buscando Paraguas”. Sus poemas aparecen en los boletines: “Gatos y Garabatos”, “Cascada de fuego”, “In-humanidades”, en la revista “De Bonsái” y otros. En el 2010 publicó “Danzante sin muletas”.
Luz de Margarita
A Elenita, Kamila, Merlyn y Jesús,
a la distancia.
I
- Este día viste de viuda acaudalada y violeta
- para el crepúsculo que dormita en mis párpados, mi sed
- y los lejanos cántaros de agua que vierten tus besos,
- en este desierto vasto de mis pasos descalzos
- Pero hay, cada tarde que llega a mi corazón,
- una luz en cada margarita que cosechan tus ojos.
- Y tu voz es la melodía universal de mis nervios
- que riega el pavimento de mi corazón.
- Entonces sospecho y descubro que la vida:
- Es el germen del trigo nuevo dentro de la flor
- Es la empeñosa siembra de claras melodías
- con acordes desconocidos de mujeres en cinta.
- Es el atisbo de niños que juegan al ampay
- construyendo bosques que palpitan entre sus manos.
- Es la travesura de los inquietos que perfilan versos
- entre vientre y dactilado para los ídolos de la miseria.
- Mientras los demás, nosotros, tomamos la siesta del día
- en los anaqueles de los pasajes de la memoria
- sin tomar senderos del retorno o el olvido.
- Y sin darnos cuenta de todo el pasado
- degustamos nuestras carcajadas y moscas ajenas
- tirando migajas a las solapas de la vanidad.
- Entre tanto, germinan los trigos vistiendo bayetas
- en este frío invierno, como las rojas cantutas
- que escalan los edificios sombríos y gélidos.
- Descubro también que si estamos juntos
- la sombra no tiene zapatos que tomar,
- ni sonrisa que rasgar entre sus dientes.
- Que eres la vestimenta de mi desnudez,
- desnudez alojada en miradas ladrantes.
- Que danzo sin muletas con tus pasos,
- pasos que emergen desde sonatas eternas.
- Que mis células nacen en tus ideales
- y germinan en la falange de tus caricias.
- Que el invierno contiene su aliento
- con tus caricias de enredaderas entre sus pies.
- Que duermo con camisa de fuerza
- las veces que ríen serpentinas tus caderas.
- Que alboroto en silencio mis carnes
- las veces que se ahogan tus senos en mi mar.
- Que monto tímido mi desnudez
- en efluvios como cataratas de tu orgasmo.
- Y tú amándome con tus ojos negros,
- muy transparente me comentas al oído:
- Que amar no tiene ninguna forma o pudor,
- basta que rimen entre poros y torrentes.
- Que el cambio de miradas y posturas
- es el giro armónico de historias y doctrinas.
- Que el odio también es otra forma de amar
- y que este atardecer es lejano a tus dedos.
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